sábado, 14 de abril de 2018

EL P. MALACHI MARTIN HABLA SOBRE FÁTIMA Y SOBRE LA FSSPX




FÁTIMA

(Extractos del libro “The Tempter’s Hour”, que recopila tres entrevistas al P. Martin, realizadas por Bernard Janzen en 1997)

Juan Pablo II tenía una estrategia geopolítica para derrumbar la cortina de hierro. Hasta 1981, estaba persuadido que tendría un largo reinado por delante y que tenía bastante tiempo para trabajar en soluciones a los problemas. Entonces le dispararon. Cuando estaba en el hospital Gemelli en Roma, tuvo una visión. Tuvo la visión de Fátima. Pensó que Dios se la había revelado. Así que repentinamente mandó por su secretario personal y obtuvo una copia del Tercer Secreto, que no había estudiado aún. Lo leyó y entonces llamó a una monja, una monja muy conocida que es una experta en Fátima, y la mandó a Portugal para hablar con Sor Lucía. Y cuando salió del hospital era obvio que tenía otro objetivo geopolítico en mente. Él sintió que no viviría mucho tiempo y que su papado no duraría mucho. Estableció tanta influencia geopolítica como pudo para liberar Europa del Este. Pero había un fallo en su armadura. Y el fallo era este: él ganó a través de una organización llamada Solidaridad. El problema es que Solidaridad era un movimiento puramente secular. ¡Nada religioso! Fue a través de Solidaridad que vencieron a los Estalinistas en Polonia. Fue Solidaridad que hizo caer a Edward Gierek, el líder polaco, junto con todo su gobierno. Se apoyó en organizaciones seculares para ejecutar su estrategia geopolítica. No estaba actuando a través de la fe. No, él estaba haciendo política y era la geopolítica de la razón, no de la fe. Para 1989, estaba muy inmerso en la geopolítica de la razón y se volvió amigo de Mikhail Gorvachev. Se volvió muy cercano a los americanos. Se apoyó en movimientos seculares para lograr fines espirituales y eso no sucedió. ¡Las cosas empeoraron!

Así que la liberación de Europa del Este no tuvo los frutos espirituales que esperaba. Porque Juan Pablo II cometió un error, el mismo error que cometieron Juan XXIII y Paulo VI. Me han preguntado una y otra vez, “¿por qué estos tres papas cometieron este error?” El error fue que estos Papas no obedecieron el mandato de la Reina del Cielo. Ella dijo que todos los obispos juntos debían consagrarle Rusia. Y Rusia se convertiría. Si se hubiera realizado esta consagración, Rusia se hubiera vuelto católica, el marxismo hubiera terminado y no habría castigo. Pero también Ella dijo que si no se realizaba la consagración, su Hijo iba a castigarnos a todos. Juan XXIII, Paulo VI y Juan Pablo II desatendieron esta orden y advertencia. Juan XXIII dijo: “Los niños no sabían lo que decían. Ellos pensaban que Rusia era una prostituta en las calles de Lisboa. Yo estoy hablando con Nikita Khrushchev y él permitirá que observadores vengan a mi concilio si yo no condeno el comunismo”. Y por lo tanto, Juan XXIII no permitió a los padres del concilio condenar el comunismo. Dijo: “No publicaremos esta carta nunca. Nunca será publicada. Y no consagraré Rusia porque si lo hiciera, Nikita Khrushchev lo consideraría un acto de guerra. Si todos los obispos, 2700, se juntaran en un lugar y condenaran el comunismo, los Soviets lo considerarían un acto de guerra. Entonces ciertamente habría persecución”. Ese fue el razonamiento de Juan XXIII. Paulo VI simplemente le temía a su propia sombra y además, él realmente no creía en Fátima. Juan Pablo II creía de alguna manera en Fátima, pero no creía en todo el mensaje. Decidió que no podía hacer la consagración porque él no era el Papa de 1960.

De hecho, él permitió que se silenciara a Sor Lucía y la supresión del mensaje de Fátima. Su secretario de estado, el cardenal Casaroli, quien es ateo, suprimió a través de representantes del Vaticano el mensaje de Fátima todo lo que fuese posible. Por ejemplo, el delegado apostólico en Lisboa y todo su personal eran muy favorables a Fátima. Casaroli los cambió y puso a un delegado apostólico que no lo era. Así actuó. Así que, ¿por qué los últimos tres papas se negaron a obedecer el mandato de Nuestra Señora? Cuando se le pidió a Juan Pablo II consagrar Rusia, todo lo que hizo fue arrodillarse en San Pedro y a la mitad de la consagración de la raza humana al Corazón Inmaculado de María, dijo: “Ilumina especialmente a aquellos pueblos que particularmente necesitan ser encomendados y consagrados”. ¿Qué clase de palabrería es esa? Para mí es palabrería. Yo creo que la razón de que la Consagración no se haya realizado se remonta a Lucifer. Él simplemente tiene demasiado poder entre los prelados de la Iglesia. Es perfectamente capaz de neutralizar a la gente que intenta algo.

¡Estamos hablando de la Reina del Cielo! Y aunque Juan XXIII estuviera preocupado de que Nikita Khrushchev nos declararía la guerra, él debió decir [a N. Señor. N. NP]: “Tú quieres que esto se haga, así que debes tener un plan. Debo confiar en Ti! Pero no había confianza, ninguna confianza en absoluto. Ellos han sido piezas fundamentales al permitir la destrucción de la organización [de la Iglesia. N. de NP]. ¡Y tendrán que responder por ello!

Pero el mensaje de Fátima sigue en pie. ¡Sigue en pie! Los errores de Rusia ahora están extendidos en el mundo. Nuestra Señora dijo, “Rusia se convertirá”. Así que Rusia se convertirá si Ella dijo que lo haría, pero también dijo que sería tarde. Así que Rusia es una parte crucial en el plan de Dios ¿Por qué? La respuesta a esa pregunta me llevaría muy lejos en el campo de los secretos papales. Pero el hecho es que Rusia es parte del Plan de Dios. Es la elección de Dios.

Es un hecho, tenemos el testimonio de Nuestra Señora que Dios visitará a la humanidad para castigarla por sus pecados. Nuestra Señora lo ha dicho en sus apariciones que están aprobadas por la Iglesia. No será una simple inundación o una plaga. Será algo mucho peor. Esto debe creerse, a menos que usted sea un cínico y no acepte las apariciones de Nuestra Señora aprobadas por la Iglesia. Si usted no cree, tendrá un brusco despertar algún día. Pienso que la Reina del Cielo manifiestamente nos ha advertido que, dentro de pocas décadas, habrá problemas.

Entonces el tiempo lo dirá, pero yo creo que “mantener los ojos en el cielo” es una consigna prudente. Creo que la señal de Nuestra Señora aparecerá en el cielo pronto. Esto será un shock para todos. Alertará a todos que hay un Dios y que somos responsables ante Él. Desafortunadamente, no convertirá a nadie. No hará que los no creyentes crean. Pero confirmará a aquellos que tienen fe. Podría ayudar a los que vacilan en la fe.

Esto pasó más de una vez antes que empezara la guerra, pero poca gente le prestó atención. El único hombre que puso atención fue Hitler. El 23 de agosto de 1939, Hitler estaba en Berghof. Esta fue la noche a quien algunos llamaron la gran Aurora Boreal. Una luz de intensidad inusual iluminó el cielo. Hitler estaba mirando este espectáculo con sus allegados como Goering, Goebbels y Himmler, y sus hombres preguntaron “¿qué piensa de esto?, y Hitler dijo: “habrá derramamiento de sangre”. En América dijeron que simplemente fue una aurora boreal.

Fue como en 1986, cuando el milagro de Fátima tuvo lugar en Roma. Fue fotografiado por la televisión italiana pero no lo mostraron en América. Esto muestra cómo las noticias de Nuestra Señora son suprimidas por los medios de comunicación. El milagro sucedió en un lugar llamado Tre Fontane, donde Nuestra Señora tiene un santuario. Repentinamente el sol comenzó a girar. Yo tengo la grabación, es estremecedora, con el sol girando, acercándose, cambiando colores.

Así que estamos en esta situación, los medios de comunicación no quieren darle publicidad al Cielo o a las señales del Cielo. Pero habrá una señal que no podrán desatender porque todo el mundo lo verá dondequiera que estén.


LA FSSPX

(Extractos tomados de Shoes of the Fisherman, entrevista al P. Martin por Bernard Janzen en 1993)

Los romanos declararon que Mons. Lefebvre y los cuatro obispos están excomulgados. Pero nadie cree que esas excomuniones sean válidas, ni siquiera los romanos. Ellos saben que fue una acción formal diseñada para asustar a la gente y alejarla de él. Pero Mons. Lefebvre no fue excomulgado y no murió excomulgado. En Roma, esto se admite tras las puertas cerradas, aunque no lo admitirán en público.

El odio a Mons. Lefebvre es muy grande. La posición oficial es que está excomulgado, pero los hombres de Iglesia saben que no lo está. Hay mucha controversia, pero este es uno de los logros de Mons. Lefebvre. Ha puesto una espina en la garganta de los burócratas romanos. No la pueden tragar ni echar fuera. La dificultad para los romanos es que no pueden detener a los lefebvristas. Están muy bien establecidos financieramente. Son independientes. Roma no puede tomar sus edificios. Todos estos edificios pertenecen a una entidad legal separada. Esto es lo que enfurece a los romanos de toda la controversia de Lefebvre. Es intocable. Ahora, los romanos le piden que venga a Roma para hablar. Luego, un vocero de la FSSPX, como el P. Schmidberger dice: “sí, hablaremos, pero estas son las condiciones”. Y por supuesto, las condiciones siempre son inaceptables para los romanos y por lo tanto las conversaciones se rompen. Luego los romanos esperan un poco y vuelven otra vez. Y otra vez y otra vez, porque los seguidores de Mons. Lefebvre no se rinden. Si Lefebvre hubiera cedido ante Roma, su organización ahora estaría muerta. Ellos la hubieran tomado y liquidado. Lefebvre vio este peligro y dijo, “no seguiremos con esta farsa”.

Entonces ellos ya no pueden eliminar la Misa Romana. Mons. Lefebvre tiene muchísimos seguidores, seguridad financiera e independencia en muchas naciones en todo el mundo. Roma ha sido vencida en su propio juego. Ellos no pueden eliminar la Misa Romana. Por eso Roma estableció el Indulto, la Comisión Ecclesia Dei y la Fraternidad San Pedro.

Entonces ellos no pueden ser eliminados. Esto es lo que enfurece a las autoridades romanas ¡realmente esto los enfurece! Si pudieran comprarlos lo harían y luego cerrarían todo. Si ellos fueran dueños de estos seminarios, los cerrarían pero no pueden hacerlo. [Pero, según Mons. Fellay, Roma ha cambiado: ya no quiere la destrucción de la FSSPX. “Si esto es cierto, y de eso estoy seguro, eso exige de nosotros una nueva posición con la Iglesia oficial”. (Cita del Cor Unum 101) N. de NP]