jueves, 20 de agosto de 2015

DOMINICOS DE AVRILLÉ: LA VERDAD SOBRE LA FUNDACIÓN DE STEFFESHAUSEN


Nota respecto a la fundación de Steffeshausen

Avrillé, 25 de noviembre de 2013

Diversas personas nos pidieron nuestra opinión respecto a la fundación de una casa dominica en Bélgica este 13 de noviembre de 2013, nosotros juzgamos necesario escribir esta nota a la intención de aquellos a quienes será necesario informar.
Este documento puede también ser útil a las comunidades religiosas. En efecto, los principios que presiden a esta fundación tendrán consecuencias para el conjunto de comunidades religiosas de la Tradición.
Después de exponer la situación de los cinco religiosos que realizan esta fundación, procederemos por orden cronológico, limitándonos a los hechos principales que tocan directamente esta fundación, añadiendo en anexos algunos documentos.
Esta nota está escrita con el fin de defender los principios de la vida religiosa, sin animosidad respecto a las personas. Hubiéramos preferido continuar callándonos, como lo hemos hecho hasta el presente. Pero los acontecimientos nos fuerzan a hablar, pues un silencio de nuestra parte sería la aprobación tácita de una situación perjudicial al bien común de la vida religiosa y, como consecuencia, al de la Tradición entera. 

1. La situación de los cinco religiosos en cuestión. 

El Padre Jean-Dominique Fabre nos dejó el 17 de abril de 1998. Hacía ya cierto tiempo que el padre había solicitado dejar la comunidad. Después de encontrarse con Monseñor de Galarreta y después a Monseñor Fellay, nos anunció que partiría el 22 de abril. Nosotros le pedimos adelantar su salida 5 días para evitar trastornos en el convento.  Una nota detallando las circunstancias de su salida se puede proporcionar si es necesario para corregir los falsos rumores que han circulado al respecto).
Nosotros le pedimos a Monseñor de Galarreta que su salida se hiciera de la misma manera que la de un padre que nos dejó en 1990 y cuya salida se hizo sin problemas gracias a los consejos de Monseñor Lefebvre.
Monseñor de Galarreta no quiso seguir este procedimiento, y acordó una exclaustración sin límite de tiempo con el permiso de llevar el hábito.
Nosotros impugnamos la regularidad y validez de esta exclaustración por los siguientes motivos:
   Fue concedida sin el acuerdo e incluso sin la consulta de los superiores legítimos del Padre Jean-Dominique.
   No fue notificada a los superiores legítimos. Ellos no conocen ni siquiera el motivo de la exclaustración.
   Fue acordada con el permiso de portar el hábito, lo que es contrario al canon 639 y a nuestras constituciones.
   Fue acordada sin límite de tiempo, pero la exclaustración es una medida provisoria (a diferencia de la secularización), y de hecho esta ha durado más de 15 años.
Ver a este respecto el anexo 8.
Muchas veces le propusimos al padre que volviera a Avrillé.
Monseñor de Galarreta se comprometió, por su parte y varias veces, a no realizar una fundación con el Padre Jean-Dominique.
El Padre Albert Kallio fue enviado por sus superiores, con el consentimiento de Monseñor Fellay, a ayudar al padre Cyprian en Nuevo México en septiembre de 2006. Después de haber ayudado tres años al padre Cyprian, el Padre Albert se puso al servicio de la FSSPX en los Estados Unidos, por su propia iniciativa. Nosotros le propusimos que regresara al convento, sin imponerle ninguna condición, sobre todo durante una visita que nos hizo en marzo de 2011. El padre prior le escribió el 17 de agosto de 2012 para pedirle que retomara contacto con el convento. No tuvimos respuesta.
En octubre de 2012, el padre Albert fue para quedarse durante un año en el monasterio de Bellaigue, con la aprobación de Monseñor Fellay y Monseñor de Galarreta, pero sin que el convento de Avrillé hubiera sido consultado.
Los Padres Thomas de la Blanchardière y Raymond Verley, así como el hermano François-Dominique Ducharme, abandonaron secretamente el convento durante la noche del 11 al 12 de abril de 2011, bajo el pretexto que el convento cambió desde el 2003 con la creación de un colegio en las cercanías del convento (Residencia Santo Tomás de Aquino)
Algunos días más tarde, nos enteramos que los tres habían sido hospedados en la casa del superior de Distrito de la FSSPX en Alemania (el Padre Schmidberger); luego fueron hospedados en el antiguo colegio de Diestedde, sin que nosotros hubiéramos sido informados ni consultados.
Desde entonces, ellos han ejercido el ministerio al servicio de la FSSPX (sobre todo predicando retiros) mientras que, según el derecho canónico, ellos deberían ser considerados fugitivos y apóstatas (cánones 644 § 1 y 2, y 2385). Su situación es evidentemente ilegítima, no solamente por la manera en que se fueron, sino por el hecho de mantenerse fuera de la obediencia que se debe a sus superiores.
La irregularidad de su situación terminó por ser reconocida por Monseñor de Galarreta, después de dos años, en una carta del 12 de junio de 2013, pero solamente en cuanto a la manera que salieron del convento. 

2. Breve cronología de los hechos recientes.

2006 y 2009, dos visitas canónicas.

En la primavera del 2006, los padres Albert, Thomas y Raymond se quejaron respecto a la ausencia de elección del prior (la comunidad en 1999 decidió por unanimidad aplazar las elecciones) y del desarrollo del colegio (Residencia Santo Tomás de Aquino), el padre prior le pidió a Monseñor Fellay que enviara un delegado para una visita canónica. Fue el Padre Antoine, superior de los capuchinos de Morgon que fue escogido y efectuó su visita los días 1 y 2 de mayo.
Se encontrará en los anexos (anexo 1) la conclusión de la visita. Las conclusiones fueron seguidas, de manera particular por la redacción de los “Estatutos anexos a nuestras constituciones” que fueron aprobados por Monseñor Fellay.
En julio de 2009, los padres Thomas y Raymond solicitaron dejar la comunidad para ir a fundar otro convento. El Padre Prior pidió entonces otra visita canónica a Monseñor Fellay. Fue el Padre Alain-Marc Nély, segundo asistente general de la FSSPX, quien fue designado.
Después de haber escuchado a las dos partes, concluyó que la fundación no sería prudente y que los dos sacerdotes podían continuar llevando a cabo su vida dominica en Avrillé.
Sin embargo, los dos padres en cuestión no hicieron caso de este consejo y, en la noche del 11 al 12 abril 2011, secretamente dejaron el convento con un hermano lego, el hermano François-Dominique.
 Nos enteramos, este 15 de noviembre de una fuente segura, que Monseñor de Galarreta aconsejó a estos religiosos declarar claramente a Monseñor Fellay que para ellos estaba fuera de consideración volver a Avrillé o aceptar una fundación dependiente de Avrillé.

Enero-febrero de 2013, decisión de abrir una nueva casa dominica dependiente de Avrillé.

El 26 de enero de 2013, Monseñor Fellay convocó en Suresnes al padre prior de Avrillé. Este asistió acompañado de otros dos padres, los más antiguos del convento. El Padre de Cacqueray asistió también a la entrevista y tomó notas.
Monseñor Fellay nos expuso que él deseaba que los 5 religiosos profesos perpetuos de nuestra comunidad que se encontraban fuera del convento de Avrillé se reagruparan en una casa. El no deseaba que hubiera una “segunda rama”, pero quería que abriéramos una segunda casa que estuviera bajo nuestra jurisdicción, de la cual nosotros nombraríamos al superior. Si los religiosos se negaban a hacerlo, Monseñor Fellay se comprometió a pedirles que dejaran el hábito y que ya no fueran recibidos como dominicos en las casas de la FSSPX.  
El 11 de febrero, escribimos a Monseñor Fellay que después de haber reunido al consejo y luego al capítulo de nuestra comunidad, aceptaríamos esta oferta (ver anexo 2). Le hablamos de abrir esta casa en Steffeshausen, en la parte alemana de Bélgica, pues los dirigentes de la asociación que se ocupa de esta casa nos habían contactado para proponernos instalarnos allá.
En el mes de mayo, el padre Nély pasó a visitarnos. El traía con él el informe de la reunión del 26 de febrero presidida por Monseñor Fellay. Leyó ciertos pasajes. Estaba muy bien establecido que Monseñor Fellay se comprometió a este procedimiento.

Junio, cambio de procedimiento, la casa estará bajo la jurisdicción de Monseñor de Galarreta.

El 12 de junio de 2013, Monseñor de Galarreta escribe al padre prior de Avrillé: “Su Excelencia Monseñor B. Fellay me pidió ocuparme del caso de los tres religiosos que dejaron su convento el 12 de abril de 2011”.
Algunos días más tarde, el 28 de junio, en Ecône, el padre prior pide hablar con Monseñor de Galarreta para tener explicaciones. Monseñor de Galarreta explica que Monseñor Fellay decidió cambiar el procedimiento y confiarle el asunto. Como el padre prior le recuerda que Monseñor Fellay hizo un compromiso, Monseñor de Galarreta le responde que Monseñor Fellay se estima relevado de su compromiso “a causa de lo que sucedió”. El Padre prior pregunta “qué es lo que sucedió”. Monseñor de Galarreta respondió que no lo sabe, que hay que preguntarle a Monseñor Fellay. El Padre Prior dijo que probablemente se trata del asunto de los teléfonos del padre Jahir (ver anexo 3). Monseñor de Galarreta no responde a esto, pero explica lo que quiere hacer. Cuando había un problema en una congregación –dijo- Roma intervenía frecuentemente para abrir una “segunda rama”. El Padre Prior preguntó a Monseñor de Galarreta de suministrar algunos ejemplos. Monseñor de Galarreta no pudo hacerlo [1]. 
El 2 de julio en San Nicolás de Chardonnet, el padre prior se enontró de nuevo con Monseñor de Galarreta y le preguntó si tuvo conocimiento de las dos visitas canónicas realizadas por solicitud de Monseñor Fellay: en 2006 por el padre Antoine de Morgon y en 2009 por el padre Nély. Monseñor de Galarreta respondió que “no” y que, de todas maneras, el no quería juzgar el fondo del asunto. Para él era suficiente constatar que había un desacuerdo y eso justificaba que se hiciera una “segunda rama”.
Monseñor de Galarreta, habiéndole dicho a un sacerdote el 22 de junio de 2013, que la cuestión de los colegios de Avrillé era un punto grave y podía justificar la reacción de los tres religiosos que abandonaron el colegio en 2011, nosotros proporcionamos los textos en anexo (anexo 4) para mostrar que no se trata de una novedad en nuestra Orden, y que esta cuestión ya había sido vista por los visitadores que concluyeron que los colegios no enturbiaban la vida del convento y no justificaban la salida de él. 

Julio a noviembre, a pesar de múltiples solicitudes, no se dio ninguna explicación y la fundación se realizó.

El padre prior de Avrillé escribió a Monseñor Fellay pidiendo explicaciones. En la primera carta, el 14 de julio de 2013, le recuerda el compromiso tomado el 26 de enero; se confiesa sorprendido por el hecho que Monseñor Fellay se estima ahora relevado de su compromiso y que haya tomado la iniciativa de un nuevo procedimiento, sin siquiera avisarnos.
Una segunda carta se escribió el 28 de julio de 2013, donde el padre prior vuelve sobre el asunto, comunicándole copia de una carta de los tres religiosos de los cuales se ocupa Monseñor de Galarreta. El padre prior expone también lo que dijo Monseñor de Galarreta y confiesa que no puede ver “cómo tal procedimiento puede ser conforme a la Tradición, al derecho de los religiosos e incluso al derecho natural”.
Una tercera carta más apremiante, del 11 de agosto de 2013, es entregada en propia mano a Monseñor Fellay el 15 de agosto (ver anexo 5).
A la fecha en que escribimos estas líneas (25 de noviembre de 2013), no hemos recibido ninguna respuesta, ninguna explicación por parte de Monseñor Fellay. 
Una carta escrita a Monseñor de Galarreta el 28 de julio de 2013 (ver anexo 6)  se enfrentará al mismo silencio.
Un amigo del convento, estrechamente vinculado al asunto por las circunstancias, teniendo la ocasión de ir a Ginebra, solicitó una entrevista con Monseñor Galarreta. El fue pasado por un sacerdote del priorato donde recibió la siguiente respuesta escrita: “Pude ver a S.E. Monseñor de Galarreta. Pero él ha denegado recibirlo cuando me preguntó la finalidad de la entrevista que usted deseaba con él; él se exasperó un poco y me dijo que de todas maneras a él no le pertenecía la decisión”. 
Es por lo tanto, por « el rumor público” que nosotros nos hemos enterado progresivamente. 
Monseñor de Galarreta convocó a los 5 religiosos en cuestión a Flavigny en julio.
A principios de agosto, el padre Jean-Dominique le escribió al Padre de Cacqueray para pedirle que se hiciera esta fundación en Francia. Este proyecto no se logrará.
Es finalmente en… Steffeshausen, la misma casa que nosotros les habíamos propuesto, que se hizo la fundación este 13 de noviembre de 2013. Es Monseñor de Galarreta quien ha nombrado al superior y la casa está bajo su jurisdicción. 
Estamos profundamente conmocionados e incluso indignados por tal actitud.
¿Está permitido a un obispo hacer un compromiso solemne ante cuatro sacerdotes, compromiso que incluso él reconoció, y enseguida “renunciar a su compromiso” sin siquiera dar la mínima explicación, negándose a responder a las solicitudes que le fueron hechas a este respecto?
¿Está permitido, por motivos desconocidos, hacer salir a 5 religiosos profesos perpetuos de una comunidad y permitirles hacer una “nueva rama” sin tener en cuenta las visitas canónicas que tuvieron lugar para examinar la cuestión, sin tener en cuenta las constituciones de nuestra Orden, sin siquiera advertir al superior de la comunidad?
La actitud de estos dos obispos en este asunto es muy diferente de la actitud de Monseñor Lefebvre respecto a los religiosos, recordada por el Padre Schmidberger en una carta del 27 de mayo de 1991 dirigida a los monasterios y conventos de la Tradición, donde él reconoce que Monseñor Lefebvre “fue más Padre, consejero y amigo, que autoridad en el sentido jurídico”:
La situación actual de Roma, que ya dura veinte años, y la de los ordinarios de los lugares nos impide, como ustedes saben, recurrir a la autoridad eclesiástica diocesana o romana para todo lo que concierne a los votos de religión, la vida común, etc.Es por eso que algunos de entre ustedes recurrieron frecuentemente, estos últimos años, a Monseñor Lefebvre como una autoridad de suplencia. A decir verdad, el fue más un Padre, consejero y amigo que autoridad en el sentido jurídico.Después de su muerte, el Consejo general de la FSSPX pidió a Monseñor Fellay que cumpliera con este papel, según la intención expresada en vida por nuestro Fundador.Es en este espíritu de servicio que Monseñor Fellay ejercerá este oficio, no en tanto miembro de la FSSPX, sino como obispo católico. Cada comunidad es absolutamente libre de dirigirse o no a él. Ni él, ni la Fraternidad tienen la mínima intención de meter las manos en las otras comunidades, de la manera que sea. También habrá que ver en su acción, el ejercicio de una jurisdicción extraordinaria y no ordinaria, hasta el día que en la Iglesia las cosas vuelvan al orden. Permítanme expresar en esta carta nuestro ardiente deseo de mantener con ustedes los lazos de profunda amistad que nos han unido desde hace muchos años.
El 29 de octubre de 2013, el padre Albert telefoneó al convento. Le dijo a un sacerdote: “El problema no es tanto los colegios como el hecho de reconocer una autoridad por arriba de Avrillé”. El Padre le respondió; “¿Y las dos visitas canónicas, y el compromiso solemne de esta “autoridad” que había juzgado a nuestro favor? el Padre Albert dijo: “Monseñor Fellay puede cambiar de opinión. Debe tener razones”. Así, como último análisis, todo depende de la voluntad de Monseñor Fellay que puede arrepentirse de sus compromisos sin siquiera dar razones. 

3. Análisis de la situación.

¿Están en juego la fe y la moral?

Los religiosos están atados por un voto de obediencia a su superior. Sin embargo, la obediencia tiene sus límites. Cuando la fe y la moral están en juego “más vale obedecer a Dios antes que a los hombres”: debemos negarnos a obedecer a un superior que ponga en peligro la obediencia a Dios.
Es en razón de este principio que los religiosos han dejado legítimamente sus comunidades: el Padre Eugène de Villeurbanne, el Padre Calmel OP, el Padre Barrielle CPCR, el Padre Le Boulch OSB, el Padre Thomas d’Aquin OSB, el Padre Bruno OSB, y muchos otros que quisieron escapar de los peligros del modernismo de la iglesia conciliar.
Pero en este asunto, está claro que ni la fe ni la moral están en peligro. Los motivos mencionados anteriormente por los que dejaron Avrillé para ponerse bajo la jurisdicción de Monseñor Fellay y de Galarreta son: La Residencia Santo Tomás de Aquino y la cuestión de una autoridad superior a la de Avrillé.
La primera razón no toca la fe, sino una cuestión de apostolado de nuestra comunidad. Además, las dos visitas canónicas concluyeron que la Residencia Santo Tomás de Aquino no estorbaba la vida religiosa en Avrillé. Finalmente, en la nueva casa donde nosotros les propusimos ir, no había una escuela.
La segunda razón no les permite sustraerse de la obediencia: ellos hicieron sus votos al superior de la Fraternidad Santo Domingo. Poniéndose bajo la jurisdicción de Monseñor de Galarreta, ellos dejan nuestra comunidad y violan su voto de obediencia a su superior. Ellos debieron, antes de esto, hacerse relevar de sus votos, como Monseñor Lefebvre le aconsejó a un sacerdote que dejó nuestra comunidad en 1990. 

Desconfianza de Monseñor Fellay hacia Avrillé.

Sin embargo, de cierta manera se puede decir que la fe está en juego. Pues si Monseñor Fellay quiere esta nueva comunidad, es porque tiene desconfianza de Avrillé en el marco de un acercamiento con Roma conciliar. Aquí las pruebas:
El 21 de junio de 2012 a mediodía, el Secretario General de la FSSPX llamó al padre prior de Avrillé. Después de haberle reprochado el haber hecho escuchar en el refectorio un sermón de un prior de la FSSPX que era hostil a los acuerdos con Roma[2], añade: “Padre, si firmamos un acuerdo con Roma, ¿ustedes nos seguirán?”
El Padre Prior, un poco sorprendido, le expone que si hay un acuerdo con Roma, será sobre la base de una Declaración doctrinal de Monseñor Fellay enviada a Roma en abril y que nosotros no conocemos.
«En efecto, ustedes no conocen este texto, pero yo no puedo comunicárselos. Es secreto. Hay que tenernos confianza”.
El Padre Prior le pide dos días de reflexión, que el obtiene no sin dificultad. 
Al día siguiente 22 de junio, a las 9:26 de la mañana, sin esperar los dos días, nosotros recibimos un fax de Monseñor Fellay y enseguida un correo del Secretario General informándonos la negativa a ordenar al diaconado a tres hermanos que debían ser ordenados en Ecône el 29 de junio. Monseñor Fellay escribió en su fax:
La confianza hacia el Superior General de la FSSPX ha sido mermada en vuestro convento, por lo tanto estimo necesario diferir la ordenación de los candidatos que ustedes han presentado para la ceremonia del 29 de junio próximo en Ecône […] Esperamos entonces que la confianza regrese, será lo mejor para todo el mundo!
El Padre Thouvenot escribió en su correo:
Le he dado la mayor cuenta posible de nuestra conversación de ayer a Monseñor Fellay, pero visiblemente, el simple hecho que usted haya hecho escuchar el sermón delirante del Padre Koller a la comunidad, como el hecho de que usted requiera más de 24 horas para responder a una simple pregunta de confianza hacia la autoridad, han sido suficientes para convencerlo que era mejor diferir las ordenaciones. Esta mañana él le ha hecho llegar un fax que se lo informa. Esperando que usted cerrará filas y restablecerá las relaciones normales de armoniosa colaboración, le aseguro mi religiosa devoción.
Nosotros entonces llamamos a los tres hermanos al convento, bien que ellos estaban a la mitad de su retiro de preparación para la ordenación.
El 25 de junio, el padre Thouvenot escribió una Carta Circular a los Superiores de distrito, seminarios, casas autónomas:
Finalmente, Monseñor Fellay decidió diferir las ordenaciones de los religiosos dominicos de Avrillé y capuchinos de Morgon que estaban previstas para el 29 de junio próximo en Ecône. Este retardo en las ordenaciones les ha sido dictado simplemente por la preocupación de asegurar la lealtad de las comunidades, antes de imponer las manos a sus candidatos (cf. 1 Tim. 5,22)
Señalemos de paso que esta desconfianza de Monseñor Fellay respecto de Avrillé no es nueva. Se remonta por lo menos a 1996. El 22 de diciembre de 1996, Monseñor Fellay escribió al Padre Jean-Dominique la siguiente carta:
Estimado Padre:Gracias por su carta del 3 de diciembre y los documentos e informaciones que contiene.Seguimos con atención el desarrollo de los planes del Padre Pierre-Marie y supongo que del Padre Innocent-Marie, confesando no comprender bien esos planes. Sin embargo, es cierto que su manera de actuar causa una cierta desconfianza, y eso es una lástima!Que Nuestra Señora los proteja a pocos días de la santa fiesta de Navidad.Les presento mis mejores votos y los bendigo.
El Padre Jean-Dominique (a instancias de su superior) tuvo correspondencia con Monseñor Fellay enviándole “documentos e informaciones” de los cuales todavía ignoramos el contenido, y “eso causó una cierta desconfianza” en Monseñor Fellay, quien se lo hizo saber al Padre Jean Dominique, incitándolo así a desconfiar, él también, de su superior.
No sorprende que el padre Jean-Dominique haya pedido poco después dejar a la comunidad.
Monseñor Fellay continúa escuchando reportes calumniosos sobre Avrillé (por ejemplo, que somos sedevacantistas), hasta los de este año (historia de las llamadas telefónicas al padre Jahir ya mencionada).  
Pero –dirán- los dominicos que fundan en Bélgica no están dispuestos a un acercamiento con la Roma conciliar.
A esto respondemos:
1. Uno entre ellos, en agosto de 2012, expresó su lamento de que Monseñor Fellay no hubiera firmado el acuerdo pues eso les hubiera permitido fundar inmediatamente.
2. Poniéndose bajo la dependencia directa de Monseñor de Galarreta y por lo tanto de Monseñor Fellay, los religiosos pierden una gran parte de su libertad. 

¿Quién tiene la autoridad sobre Avrillé y sobre los religiosos de la Tradición?

Siendo esta cuestión en el corazón del problema, tratémosla aquí.
Monseñor Lefebvre siempre se negó a ejercer una autoridad directa sobre nosotros, como sobre todas las comunidades de órdenes religiosas masculinas en la Tradición.
Por ejemplo, el 27 de abril de 1981, con ocasión de la profesión perpetua del primer prior de nuestra comunidad, él protestó solemnemente que no quería ser para nosotros “el amo general” de la Orden. Él era solamente, en tanto que obispo, un testigo de que nuestra comunidad estaba en la Tradición.
Respondiendo a una pregunta de un superior de una de estas comunidades que le pedía a Monseñor Lefebvre si quería ejercer un control sobre su comunidad, Monseñor Lefebvre respondió el 19 de febrero de 1989:
En cuanto a la cuestión de un control, permítame decirle, con toda simplicidad, que usted debe tenerse confianza[3]. Usted tiene mucho sentido común y una buena formación. Sin duda, para las orientaciones importantes, es bueno pedir consejo. Pero usted es el prior, por la gracia de Dios, usted tiene las gracias de estado. Pida consejo al Espíritu Santo y tome la decisión que considera la más conforme a la Tradición de su Orden y al bien de sus hermanos.
Finalmente, el Padre Schmidberger en la carta del 27 de mayo de 1991, citado más arriba, recordaba que Monseñor Lefebvre fue "más Padre, consejero y amigo que autoridad en sentido jurídico”. 
Pero esta ya no es la actitud de Monseñor Fellay desde hace cierto tiempo. En octubre de 2012, en Bellaigue, Monseñor de Galarreta le dijo al padre prior de Avrillé que debía considerar a Monseñor Fellay como poseedor del puesto de Regente General de la Orden. Ante la actitud sorprendida del padre prior, Monseñor de Galarreta repitió la misma cosa.
Pero por principio, es impensable que Monseñor Fellay tenga el papel de Regente General de la Orden respecto a nosotros. El Regente general siempre ha sido un religioso dominico, nunca un obispo. Cuando un religioso se convierte en obispo, debe abandonar la Orden.
Nuestra Orden, como todas las Órdenes antiguas, es una Orden exenta que no depende de la jurisdicción de los obispos. Es gobernada por su propia jerarquía –priores, provinciales, Regente general- compuesto de religiosos dominicos, sometidos inmediatamente al papa. La congregación de Religiosos, encargada de ayudar al papa en las cuestiones relativas a los religiosos, está compuesta de religiosos que conocen perfectamente la vida religiosa y las constituciones de cada Orden.
Hay un cardenal protector, pero este no tiene ningún papel de gobierno en la Orden.
Los superiores en la Orden son entonces religiosos dominicos, perfectamente al corriente de la legislación de la Orden, pudiendo visitar los conventos, reunir capítulos, hacer ordenanzas, etc., todas estas cosas que Monseñor Fellay no puede hacer pues no es religioso, ignora nuestras constituciones, no puede presidir capítulos, etc. 
Sin duda es normal que haya una autoridad a la cual recurrir en caso de dificultad. Así es que hemos agregado a nuestras constituciones algunos anexos debido a la presente situación, especialmente esta:
En casos excepcionales, con el acuerdo del Superior, es posible recurrir a un Obispo de la Tradición escogido por el Consejo de Sacerdotes. Estas medidas eventuales deben hacerse siempre en un buen orden y según el espíritu religioso.
Este recurso ya tuvo lugar varias veces. Por ejemplo, nosotros pedimos dos veces, (en 2006 y 2009) a Monseñor Fellay enviar un visitador para una visita canónica. Pero no se trata de reconocer a Monseñor Fellay una autoridad ordinaria sobre nosotros. 
La fundación de Steffeshausen se hace bajo la inmediata jurisdicción de Monseñor de Galarreta. Es él quien nombró al primer superior, acto reservado evidentemente a un superior directo. Monseñor de Galarreta actúa como representante de Monseñor Fellay, por lo tanto es él el verdadero superior de la nueva comunidad.
Esta situación no es conforme a las constituciones de nuestra Orden ni, de manera más general, al derecho de los religiosos de las Ordenes exentas (benedictinos, franciscanos, dominicos, etc.) 

Conclusión. 

A la luz de los acontecimientos relatados aquí, aparece que un sujeto es habilitado a partir y a fundar una “nueva rama” –sin que la fe ni la moral sean la causa- siempre y cuando esté beneficiado de un apoyo episcopal, esto incluso con desprecio de sus votos, las constituciones de su congregación y las visitas canónicas efectuadas en su comunidad.
Por ejemplo, si el hermano X (o hermana Y) encuentra que la comunidad donde él/ella se encuentra no es suficientemente contemplativa, o suficientemente activa, él/ella puede partir y crear una « nueva rama » que encontrará más conforme a su idea.
Para dar un segundo ejemplo: cuando Monseñor Lefebvre decidió aceptar que hubiera escuelas sostenidas por la FSSPX, los miembros de la Fraternidad hubieran tenido el derecho de hacer una “segunda rama” sin escuelas. Pero este ejemplo no es completamente adecuado, pues los miembros de la Fraternidad no están ligados por votos, sino solamente por una promesa; y en los estatutos de la Fraternidad no están las escuelas, mientras que en las constituciones dominicas éstas están previstas explícitamente (anexo 4) 
Al parecer dos obispos de la Tradición se creen con el derecho de poder intervenir directamente en la vida religiosa de una comunidad de una Orden exenta. Pueden hacer salir personas, acordarles exclaustraciones –sin preocuparse del derecho canónico ni de las constituciones del instituto- o autorizarlas a alojarse fuera del convento y hacer apostolado, sin ningún control por parte de sus superiores legítimos, sin siquiera prevenir a estos superiores. Pueden acogerlos en sus casas, ayudarlos materialmente y finalmente autorizarlos a fundar una “nueva rama”, siempre sin preocuparse de los superiores de estos religiosos, sin siquiera prevenirlos. Pueden mantener correspondencia secreta con los religiosos y alentarlos a darles reportes secretos y a desconfiar de sus superiores legítimos. 
Esta fundación no respeta las constituciones de la Orden dominica y ella pone en tela de juicio el derecho de los religiosos de las comunidades exentas. Se opone incluso a la simple honestidad natural. Nosotros no podemos aceptarlo. 
_____________________________
[1]  — . No encontramos en la historia de la Iglesia que Roma haya hecho jamás una cosa paralela. Si los religiosos que hicieron su profesión perpetua solicitan dejar su comunidad; se les relevaba de sus votos, después de consultar a sus superiores. Luego, eventualmente, se les permitía entrar en otra comunidad, pero evidentemente no fundar una comunidad rival de la que acababan de abandonar.
[2]  En el refectorio, por lo tanto, en privado -¿y cómo el Padre Thouvenot sabe lo que escuchamos en el refectorio ?- nosotros escuchamos sermones y conferencias diversas sobre el tema, comprendidas las de Monseñor Fellay y los Padres Nicolás Pfluger, Alain-Marc Nély, de Cacqueray, etc. con la finalidad de estar bien informados. En cuanto al sacerdote de cuyo sermón se nos reprocha haber escuchado, no fue castigado, que sepamos: ¿por qué entonces castigar –y con una severidad extrema- a quienes lo escucharon? ¿Es más grave escuchar en privado este sermón que el haberlo pronunciado en público?
[3]  — Subrayado en el texto. Monseñor Fellay exige que le tengamos confianza. Se mide la diferencia.

Continúan los anexos en la próxima entrada.
Traducción nuestra de lo publicado acá.


VER ANEXO 1 ACÁ.
ANEXO 2 ACÁ
ANEXO 3 ACÁ
ANEXO 4 ACÁ
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